City Tour Roma

Tu visita comienza en uno de los lugares más animados de Roma: la Piazza del Popolo. Enmarcada por las «iglesias gemelas», esta impresionante plaza de arquitectura majestuosa deja boquiabierto a todo el que la visita. Un monumento en el que merece la pena detenerse es el obelisco egipcio del año 1300 a. C., que no solo puede admirarse en la propia plaza, sino también desde uno de los miradores más famosos de la ciudad.

La siguiente parada es el Gianicolo, una colina situada a orillas del Tíber en la que puedes disfrutar de unas vistas impresionantes de Roma. El Gianicolo (en español «Janículo») es famoso tanto por sus vistas como por su importancia histórica: allí tuvieron lugar los heroicos combates de los defensores de la República Romana en el año 1849. Un paseo por el parque que hoy ocupa parte de su extensión te permitirá contemplar las estatuas de famosos combatientes del Risorgimento italiano –entre ellos una estatua ecuestre de Giuseppe Garibaldi– y profundizar en la historia de la ciudad.

Tu siguiente parada es la Ciudad del Vaticano, centro espiritual de la Iglesia católica. Allí encontrarás algunas de las obras de arte y de arquitectura más impresionantes del mundo. La suntuosa Basílica de San Pedro y los famosos Museos Vaticanos, que albergan la Capilla Sixtina de Miguel Ángel entre otras muchas obras, son solo algunos de los hitos que allí te esperan. Además, sus plazas y jardines de gran belleza invitan a detenerse y a disfrutar de la atmósfera.

En tu visita a Roma no puede faltar una parada en la Via Niccolò Piccolomini. Esta calle del barrio de Prati es conocida por un efecto óptico excepcional: al recorrer la calle en dirección a San Pedro, la cúpula de la basílica parece hacerse más pequeña a medida que te aproximas, mientras que, al alejarte, la cúpula parece más grande y más cercana. Es un auténtico enigma que convierte a esta calle en una experiencia fascinante, tanto si vas a pie como si te desplazas en la ‘e-parkourer’ de BMW.

La Pirámide de Cayo Cestio es un impresionante testimonio de la influencia egipcia en la arquitectura romana. Este imponente sepulcro del siglo I a. C. eleva su silueta de 36 metros de altura hasta el cielo de Roma y destaca por sus antiguas inscripciones. Un monumento de visita obligada para todos aquellos que deseen descubrir toda la variedad de la arquitectura romana.

La ruta te lleva a continuación hasta las Termas de Caracalla, uno de los complejos de baños más grandes e impresionantes de la antigüedad romana. Las extensas ruinas ofrecen una estampa reveladora de la vida diaria de los antiguos romanos. Allí podrás deambular tranquilamente por los restos monumentales de los baños y admirar sus imponentes salas y las antiguas decoraciones.

Mención especial en la visita a Roma merece la Piazza di Spagna, una de las plazas más pintorescas de la ciudad. Su famosa escalinata, que asciende hasta la iglesia de Trinità dei Monti, invita a superar sus 135 peldaños y a disfrutar de las vistas de Roma desde arriba. La plaza está rodeada de tiendas elegantes, encantadoras cafeterías y palacios aristocráticos: el lugar perfecto para tomarse un descanso y disfrutar del atractivo ambiente de la ciudad.

Otro hito de tu visita ha de ser la Fontana de Trevi, una de las fuentes más famosas del mundo y uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Esta obra maestra del Barroco, comenzada por Nicola Salvi y finalizada por Giuseppe Pannini en 1762, destaca por su elaborado diseño y por sus bellas cascadas decorativas. Según la tradición, la costumbre de lanzar una moneda a la fuente con la mano derecha por encima del hombro izquierdo asegura el regreso a Roma: una promesa romántica de retorno a la «ciudad eterna».

El Coliseo es una de las construcciones más impresionantes del mundo antiguo y también el anfiteatro más grande del Imperio Romano. En él tuvieron lugar fascinantes luchas de gladiadores, combates de animales e incluso batallas navales. Dotado de capacidad para unos 50.000 espectadores, es un testimonio impactante de la avanzada ingeniería de la antigua Roma. Pese a los daños sufridos a causa de terremotos y saqueos, el Coliseo ha conservado su carácter majestuoso y atrae cada año a millones de visitantes.

El Foro Romano era el centro político, económico y religioso de Roma en la antigüedad y es un lugar rebosante de historia. En él se levantaban templos, basílicas y edificios gubernamentales y tenían lugar asambleas públicas, marchas triunfales y procesos judiciales. Hoy, las ruinas del foro te conducen a través de los restos de un antiguo imperio y te permiten sumergirte en la grandiosidad de la antigua Roma.

El Panteón es otra maravilla arquitectónica de Roma y sigue impresionando hoy con su maravillosa cúpula, una de las construcciones de hormigón sin armar más grandes del mundo. Construido originalmente como templo dedicado a los dioses, el Panteón atrae a visitantes de todo el mundo, quienes admiran su perfecta simetría y diseño. Cada 2000 años después de su construcción, el Panteón sigue siendo un símbolo intemporal de la avanzada ingeniería de los antiguos romanos y de su ambición de influir en la historia a través de su arquitectura.